Un porcentaje muy pequeño de personas con VIH-1, conocidos como «controladores posteriores al tratamiento» (PTC), pueden controlar su infección después de interrumpir toda la terapia antirretroviral. Comprender los mecanismos fundamentales que gobiernan su respuesta inmune es esencial para desarrollar vacunas contra el VIH-1, nuevas estrategias terapéuticas para lograr la remisión, o ambas. Un estudio reciente investigó la respuesta inmune humoral, también conocida como inmunidad mediada por anticuerpos, en algunos PTC en los que se observaron episodios transitorios de actividad viral. Los investigadores han demostrado que su respuesta inmune humoral es efectiva y robusta, lo que podría ayudar a controlar la infección en ausencia de tratamiento. Los hallazgos de este estudio fueron publicados en Nature Communications.el 11 de abril de 2022.
Un porcentaje muy pequeño de personas con VIH-1 y que recibieron un tratamiento temprano mantenido durante varios años tienen la capacidad de controlar el virus a largo plazo cuando se interrumpe su tratamiento. Sin embargo, los mecanismos de este control no han sido dilucidados completamente.
El equipo de investigadores, dirigido por el Dr. Hugo Mouquet, director del Laboratorio de Inmunología Humoral del Institut Pasteur (organización de investigación socia de la Université Paris Cité), realizó un estudio exhaustivo en los PTC para caracterizar su respuesta humoral (es decir, su producción de células B y anticuerpos específicos), en comparación con los no controladores.
Los científicos han demostrado que los perfiles de respuesta inmune humoral varían según la actividad del virus observada en los sujetos.
En los PTC que experimentan episodios cortos en los que el virus reanuda su actividad de bajo nivel después de la interrupción del tratamiento, la exposición transitoria a los antígenos virales induce:
- una fuerte respuesta humoral anti-VIH-1, que implica una intervención más frecuente de las células B de memoria específicas de la cubierta del VIH-1;
- la producción de anticuerpos con acción de neutralización cruzada y que poseen actividades antivirales «efectoras» en las que las células inmunes innatas reconocen las células infectadas unidas a los anticuerpos, induciendo así su eliminación;
- el aumento en la sangre de células B de memoria atípicas y subpoblaciones de células T colaboradoras activadas.
Esta respuesta humoral específica, multifuncional y robusta podría ayudar a controlar su infección en ausencia de tratamiento.
Sin embargo, otros PTC en los que el virus permanece continuamente indetectable después de la interrupción del tratamiento no desarrollan una fuerte respuesta humoral. Los mecanismos de control en estos pacientes continúan siendo investigados en el estudio VISCONTI.
El descubrimiento de estos dos tipos de respuesta inmune humoral, que dependen del perfil de las PTC, arroja nueva luz sobre el fenómeno del control del VIH. Para el Dr. Mouquet, investigador del Institut Pasteur e investigador principal del estudio, “estos hallazgos muestran que el tratamiento antirretroviral temprano puede facilitar el desarrollo óptimo de las respuestas inmunes humorales, en algunos casos contrarrestando el rebote viral después de la interrupción del tratamiento”. El ejemplo de la respuesta inmunitaria de las PTC con breves episodios de «despertar» del virus podría incluso inspirar nuevas estrategias terapéuticas o vacunales.
Los «controladores post-tratamiento» cuyas muestras se utilizaron para esta investigación forman parte del estudio VISCONTI (Viro-Immunological Sustained COntrol after Treatment Interruption), coordinado por el Dr. Asier Sáez-Cirión (Institut Pasteur) y el Dr. Laurent Hocqueloux (Orleans Regional Hospital) y apoyado por ANRS durante varios años. Esta es la mayor cohorte de «controladores posteriores al tratamiento» a largo plazo.
Incluye 30 pacientes que habían recibido un tratamiento precoz que se mantuvo durante varios años. Al interrumpir su terapia antirretroviral, son capaces de controlar su viremia por un período superior a 20 años en algunos casos. Por lo tanto, VISCONTI proporciona la prueba de concepto de un estado de remisión posible y sostenido para los pacientes infectados por el VIH-1. Ha allanado el camino para el desarrollo de nuevas terapias que apuntan a la remisión de la infección, si no a su erradicación. El objetivo es permitir que las personas que viven con el VIH-1 interrumpan su tratamiento antirretroviral de forma duradera, manteniendo la viremia en el nivel más bajo y evitando el riesgo de transmisión del virus.
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